Estas palabras habló el SEÑOR a toda vuestra asamblea en el monte, de en medio del fuego, de la nube y de la densa oscuridad, con gran voz; y no añadió más. Y las escribió en dos tablas de piedra y me las entregó.

(i) Enseñarnos con su ejemplo a estar contentos con su palabra y no añadir nada a ella.

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