Estas palabras habló el SEÑOR a toda vuestra asamblea en el monte, de en medio del fuego, de la nube y de la densa oscuridad, con gran voz; y no añadió más. Y las escribió en dos tablas de piedra y me las entregó.

Ver. 22. Estas palabras habló el Señor. ] Si las leyes humanas son ευρημα των θεων, la invención de los dioses, como las llama Demóstenes, ¿cuánto más esta ley perfecta de Dios que no necesita alteración ni adición?

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad