Y ellos, escuchen o dejen de escuchar (porque son una casa rebelde), sabrán que (d) hubo un profeta entre ellos.

(d) Esto declara, por una parte, el gran afecto de Dios hacia su pueblo, que a pesar de su rebelión, enviará a sus profetas entre ellos, y amonesta a sus ministros, por otra parte, que no dejen de cumplir con su deber, aunque el pueblo nunca son tan obstinados: porque la palabra de Dios será para su salvación o para mayor condenación.

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