Entonces el espíritu me levantó, y oí detrás de mí una voz de gran estruendo, [que decía]: (d) Bendita sea la gloria del SEÑOR desde su lugar.

(d) Con lo cual él quiere decir que la gloria de Dios no disminuiría, aunque él saliera de su templo, porque esto declaró que la ciudad y el templo serían destruidos.

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