Así ha dicho el Señor DIOS; El día que descendió al sepulcro, hice duelo: cubrí el abismo para él, contuve sus ríos, y se detuvieron las grandes aguas; e hice llorar al Líbano por él, y por todos los los árboles del campo se desmayaron por él.

(g) Las aguas profundas que lo hicieron subir tan alto (es decir, su gran abundancia y pompa) ahora se lamentarán como si estuvieran cubiertas de cilicio.

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