Y dijo Dios: Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo; y llamarás su nombre Isaac; y estableceré mi pacto con él por pacto eterno, [y] con su descendencia después de él.

(g) El pacto eterno se hace con los hijos del Espíritu. Se hace una promesa temporal con los hijos de la carne, como se le prometió a Ismael.

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