Y sucedió que unos tres meses después, se dio aviso a Judá, diciendo: Tamar tu nuera se ha prostituido; y también, he aquí, está encinta por prostitución. Y Judá dijo: Sácala y que sea quemada.

(h) Vemos que la Ley, que fue escrita en el corazón del hombre, les enseñó que el adulterio debe ser castigado con la muerte, aunque todavía no se había dado ninguna ley.

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