Así diréis a José: Te ruego que perdones ahora la transgresión de tus hermanos y su pecado; porque te hicieron mal; y ahora te ruego que perdones la ofensa de los siervos del Dios de tu padre. Y José lloró cuando le hablaron.

(e) Es decir, que los que tienen un solo Dios deben unirse en el amor más seguro.

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