¿No has oído hace mucho tiempo, [cómo] lo he hecho; [y] de los tiempos antiguos, (r) que yo lo formé? ahora he hecho que suceda, que tú debas devastar ciudades fortificadas [en] montones de ruinas.

(r) Significa que Dios no hizo su Iglesia para destruirla, sino para preservarla: y por eso dice que la formó en la antigüedad, incluso en su eterno consejo, que no se puede cambiar.

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