Pero ahora así dice el SEÑOR (a) que te creó, oh Jacob, y el que te formó, oh Israel: (b) No temas; porque yo te redimí, te llamé por tu nombre; tú [eres] mío.

(a) Después de estas amenazas, él promete liberación a su Iglesia, porque los ha regenerado, adoptado y llamado.

(b) Cuando veas peligros y conspiraciones por todos lados, recuerda este beneficio y el amor de tu Dios, y te animará.

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