Entonces (x) los corderos se alimentarán a su manera, y los desiertos de los gordos comerán los extraños.

(x) Dios consuela a los pobres corderos de su Iglesia, que habían sido extranjeros en otros países, prometiéndoles que volverían a vivir en estos lugares, de los que habían sido privados por los tiranos gordos y crueles.

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