¿Le dieron muerte Ezequías, rey de Judá, y todo Judá? ¿No temió al SEÑOR y suplicó al SEÑOR, y el SEÑOR se arrepintió del mal que había pronunciado contra ellos? Así podríamos procurar un gran mal contra nuestras almas.

(k) De modo que la ciudad no fue destruida, sino que por un milagro fue librada de las manos de Senaquerib.

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