Porque yo estoy contigo, dice el SEÑOR, para salvarte; aunque destruya todas las naciones donde te esparcí, no acabaré contigo; y no te dejaré sin castigo.

(h) En esto se ordena la gran misericordia de Dios para con él, quien no los destruye por sus pecados, sino que los corrige y castiga hasta que los ha purificado y perdonado y así quema las varas con que los castigó ( Isaías 33:1 ).

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