Pero ciertamente haremos todo lo que salga de nuestra propia boca, para quemar incienso a (i) la reina del cielo, y derramarle libaciones, como lo hemos hecho nosotros y nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes, en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén; porque [entonces] teníamos (k) abundancia de alimento, y estábamos bien, y no vimos mal alguno.

(i) Lea ( Jeremias 7:18 ) parece que los papistas se reunieron de este lugar "Salbe Regina" y "Regina caeli latare" llamando a la virgen María Reina del cielo y así fuera de la bendita virgen y madre de nuestro Salvador Cristo, hizo un ídolo; porque aquí el profeta condena su idolatría.

(k) Este sigue siendo el argumento de los idólatras que estiman la religión por el estómago y en lugar de reconocer las obras de Dios, que envía abundancia y hambre, salud y enfermedad. Lo atribuyen a sus ídolos y así deshonran a Dios.

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