Por tanto, dijimos que sucederá que cuando nos digan a nosotros oa nuestras generaciones en el tiempo venidero, digamos de nuevo: He aquí el modelo del altar del SEÑOR, que nuestro padres hechos, no para holocaustos ni para sacrificios; pero es un testimonio entre nosotros y tú.

(p) Representan un cuidado maravilloso que tuvieron por su posteridad, para poder vivir en el verdadero servicio de Dios.

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