Y Gedeón le dijo: (d) Oh mi Señor, si el SEÑOR está con nosotros, ¿por qué entonces nos ha sucedido todo esto? ¿Y dónde están todas las señales que nos contaron nuestros padres, diciendo: ¿No nos hizo subir Jehová de Egipto? pero ahora el SEÑOR nos ha abandonado y nos ha entregado en manos de los madianitas.

(d) Esto no proviene de la desconfianza, sino de la debilidad de la fe, que es en lo más perfecto; porque nadie en esta vida puede tener una fe perfecta; sin embargo, los hijos de Dios tienen una fe verdadera, por la cual son justificados.

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