Vuestras palabras han sido duras (m) contra mí, dice el SEÑOR. Pero decís: ¿Qué hemos hablado [tanto] contra ti?

(m) El Profeta los condena de doble blasfemia contra Dios: primero, porque dijeron que Dios no respetaba a los que le servían, y luego, que los malvados estaban más a su favor que los piadosos.

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