Entonces (1) se le acercaron los fariseos y algunos de los escribas que venían de Jerusalén.

(1) Nadie resiste más a la sabiduría de Dios que los más sabios, y resisten por el celo por sus propias tradiciones: porque los hombres se complacen a sí mismos en la superstición más que en cualquier otra cosa, es decir, en un culto. de Dios con cariño ideados por ellos mismos.

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