Las naciones verán, y se avergonzarán de todo su poderío; pondrán la mano sobre la boca, se ensordecerán sus oídos.

(p) Serán como hombres mudos y no se atreverán a jactarse más.

(q) Se asombrarán y temerán oír hablar a los hombres, no sea que se enteren de su destrucción.

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