Las naciones verán y se avergonzarán de todo su poderío; se llevarán la mano a la boca, sus oídos ensordecerán.

Las naciones verán - las "cosas maravillosas" ( "Señor, cuando tu mano esté alzada, no verán: pero verán").

Y avergonzaos de todo su poder, habiendo resultado tan repentinamente inútiles; ese poder con el que habían pensado que no hay nada que no pudieran efectuar contra el pueblo de Dios. En, "Y se avergonzarán de su envidia del pueblo".

Pondrán... la mano sobre su boca - el gesto del silencio ( "Toda iniquidad cerrará su boca";, "Los reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo que nunca les fue dicho"). Se quedarán mudos ante la maravillosa liberación de Israel, y ya no se jactarán de que el pueblo de Dios está destruido.

Sus oídos estarán sordos, se quedarán atónitos, para no oír lo que se dirá (Grotius). Una vez habían bebido con avidez en todos los rumores como tantos mensajes de victorias; pero entonces tendrán miedo de oírlos, porque continuamente temen nuevas calamidades, cuando ven que el Dios de Israel es tan poderoso (Calvino). Cerrarán sus oídos, para no ser obligados a oír hablar de los éxitos de Israel.

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