Y mandé a los levitas que se limpiaran y [que] vinieran [y] (k) guardaran las puertas para santificar el día de reposo. Acuérdate de mí, Dios mío, también de esto, y perdóname según la grandeza de tu misericordia.

(k) Es decir, del templo por el que no debe entrar ningún inmundo.

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