En el día de nuestro rey, los príncipes lo enfermaron con odres de vino; extendió su mano con escarnecedores.

(d) Usaron toda la indulgencia y el exceso en sus fiestas y solemnidades, por lo que su rey se sintió abrumado por ser alimentado demasiado, y enfermado, y que se deleitaba con los halagos.

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