(d) Por la opresión del pobre, por el gemido del menesteroso, ahora me levantaré, dice el SEÑOR; Yo (e) lo pondré a salvo [del que] lo insufla.

(d) El Señor se conmueve con las quejas de los suyos, y al final se libera de todo peligro.

(e) Debido a que la palabra y la promesa del Señor son verdaderas e inmutables, él las cumplirá y preservará a los pobres de esta generación inicua.

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