Por la opresión de los pobres, de los afligidos y angustiados, por el gemido de los necesitados, ahora me levantaré, dice el Señor, como todopoderoso vengador del mal; Lo pondré a él, al pobre y oprimido, a salvo de quien lo insufla, con un gesto de orgulloso desdén, o, "Lo pondré en seguridad al que anhela tras él", lleno de anhelo ansioso por escapar de la continua opresión de los poderosos. Siendo esta la actitud del Señor, el salmista lo alaba.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad