los que han dicho: Con nuestra lengua prevaleceremos, demostrando fuerza con ellos, creyéndose dueños absolutos de sus palabras; nuestros labios son nuestros, para formular todos los halagadores discursos que ellos decidan pronunciar; ¿Quién es señor de nosotros? ¿Quién se atrevería a interferir con su altivez? ¿Quién impediría que hicieran lo que quisieran? Siendo esta la situación, el salmista ahora expone los puntos de vista del Señor.

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