Con nuestras lenguas prevaleceremos levantando y difundiendo malas noticias acerca de él. Tendremos lo mejor de todos los que se nos opongan; y nuestras lenguas son los instrumentos mediante los cuales obtendremos la victoria. Nuestros labios son nuestros. A nuestra disposición para hablar lo que queramos. ¿Quién es señor de nosotros? Quién puede o tiene derecho a controlarnos; o llamarnos a una cuenta?

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