(8) Y vino a él palabra de Jehová, diciendo: (9) Levántate, vete a Sarepta, que es de Sidón, y habita allí; he aquí, he mandado allí a una mujer viuda que te sustente.

Observe, aunque se terminaron todos los medios de sustento, en el arroyo Querit; sin embargo, Elías no mueve sus aposentos hasta que Dios lo ordena. Es dulce en todos nuestros movimientos, esperar el pilar de Nube dirigiendo el camino. Hay una gran belleza, así como misericordia, en este movimiento del profeta a Sidón. Esto fue entre los gentiles. Jezabel, la esposa de Acab, la gran defensora de la idolatría, vino de Sidón.

¡Tiene el Señor misericordia de los habitantes de este lugar! ¡Sí! Hay uno de la simiente de Jesús allí. Su ojo ha estado sobre ella desde la eternidad. Por tanto, Elías debe ir allí. Es digno de la observación del Lector, que fueron las costas de Tiro y Sidón, particularmente visitadas por el Hijo de Dios, y de donde recogió esa perla de su corona de Redención que brilla tan gloriosamente en el evangelio. Ver Mateo 15:21 .

¡Y debería parecer, por lo que se dice en este pasaje acerca de Elías, que el Señor había ordenado a esta mujer viuda que sostuviera a su sierva, que ella conocía al Señor! ¡Oh! preciosa gracia distintiva!

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