(12) Y Hiram salió de Tiro para ver las ciudades que Salomón le había dado; y no le agradaron. (13) Y él dijo: ¿Qué ciudades son estas que me has dado, hermano mío? Y los llamó tierra de Cabul hasta hoy. (14) E Hiram envió al rey seis talentos de oro.

No debemos suponer que este disgusto de Hiram conllevara la más mínima ira; tan lejos de ello, que llamó hermano a Salomón, mientras expresaba su desaprobación de esas ciudades. Pero el sentido es que las actividades de Hiram en el comercio y la navegación diferían tanto de la agricultura y la ganadería, que esas ciudades no se adaptaban en absoluto al genio de los hombres de Tiro. Hiram se los volvió a dar a Salomón; pues así leemos, 2 Crónicas 8:2 .

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