(20) Y uno de los hijos de Ahimelec hijo de Ahitob, llamado Abiatar, escapó y huyó tras David.

La huida de Abiatar a David debería servir para enseñar a cada alma perseguida que Jesús, el Hijo de David, debe huir en todas las épocas de angustia. Es él quien recibe al pecador bajo la amenaza de persecución de la ley y la justicia, y le brinda refugio en su justicia contra todas sus demandas.

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