No está dentro del alcance del lenguaje transmitir al lector lo que debe haber sido el sentimiento de toda la asamblea en esta ocasión. Qué santo asombro, mezclado con santo gozo, debe haber emocionado a todos los corazones. ¡Pero lector! Piense, si la imaginación puede imaginarlo, ¿cuáles serán los sentimientos de esa vasta asamblea de los redimidos, cuando Jesús los reconocerá ante Jehová, y un mundo congregado, como la compra de su sangre, los trofeos de su gracia, y el don de su Padre.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad