(21) El SEÑOR me ha recompensado conforme a mi justicia; conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado. (22) Porque he guardado los caminos del SEÑOR, y no me he apartado impíamente de mi Dios. (23) Porque todos sus juicios estaban delante de mí, y en cuanto a sus estatutos, no me aparté de ellos. (24) Yo también fui recto ante él, y me guardé de mi iniquidad. (25) Por tanto, Jehová me ha recompensado conforme a mi justicia; conforme a mi pureza en sus ojos.

Deseo que el lector observe particularmente cómo lee esos versículos, a fin de que pueda tener una comprensión clara del significado de David, en lo que se dice en ellos. Aquí está declarando el fundamento de su inocencia, en lo que se refiere a su conducta hacia su vecino, y particularmente en lo que se refiere a Saulo. El título del Salmo dice lo mismo, que David habló estas palabras el día que el SEÑOR lo libró de la mano de todos sus enemigos y de la mano de Saúl.

Y, por lo que su historia nos informa con respecto a su conducta hacia Saulo, todo su comportamiento fue tal que podría alegar su inocencia. Para que, cuando los hombres lo acusaran, suplicara a DIOS. ¡Pero lector! de ahí que no se imaginen que David quiso decir aquí, o en cualquier otra parte de su vida, que el SEÑOR lo recompensó según su justicia o, la limpieza de sus manos, ante los ojos de DIOS.

¡Pobre de mí! David estaba tan consciente de sus pecados, que clama: No entres en juicio con tu siervo, oh SEÑOR, porque ningún viviente será justificado ante tus ojos. Podemos con humildad de alma, atribuyendo al mismo tiempo toda la gloria a DIOS por la gracia que nos ha otorgado al permitirnos realizarla; podemos bendecir a DIOS cuando podemos apelar a él con respecto a nuestra integridad entre hombre y hombre; pero con respecto a toda nuestra vida ante DIOS, todo santo en la tierra debe poner su mano sobre su boca, y decir con Job: Si me justifico, mi propia boca me condenará; si digo que soy perfecto, también probará yo perverso.

Aunque fuera perfecto, no conocería mi alma. Job 9:20 . ¡Lector! anota esto en los memorandos de tu corazón. Puede estar seguro de que es algo solemne para un pobre pecador, aunque busca la aceptación y la justificación en la persona y la justicia de JESÚS, estar delante de DIOS.

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