(29) Porque tú eres mi lámpara, oh SEÑOR, y el SEÑOR alumbrará mis tinieblas. (30) Porque por ti he corrido una tropa; por mi Dios he saltado un muro.

Es delicioso mejorar a JESÚS en todas las ocasiones, como el alma lo quiere. Amós yo en angustia, él será mi Consolador. Amós en tinieblas, el SEÑOR será mi luz. Amós me callo y no puedo salir; por el brazo de JESÚS saltaré el muro. ¡Lector! Confíe en ello, que es el gran secreto de la religión saber cómo usar al SEÑOR JESÚS para todas las cosas, y considerar nuestras necesidades, sean las que sean, como solo brindando la mejor oportunidad para la comunicación de su plenitud.

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