Tenemos una hermana pequeña y no tiene pechos: ¿qué haremos por nuestra hermana el día en que se diga por ella? (9) Si es una muralla, edificaremos sobre ella un palacio de plata; y si es una puerta, la cerraremos con tablas de cedro. (10) Yo soy una muralla, y mis pechos como torres; entonces yo era a sus ojos como quien ha hallado gracia.

Debería parecer que estos versículos son los deseos de la Iglesia judía para el llamado de los gentiles. Porque el término hermana lo implica tanto. Y como Dios el Padre dio a su amado Hijo, por luz para alumbrar a los gentiles, así como para ser la gloria de su pueblo Israel; así que los fieles que vieron tanto de la mente de Jehová en este particular, como para entrar en la aprehensión del tema, podrían suponerse bajo el Espíritu Santo, orando por su cumplimiento. Isa_49: 6; Isa_60: 1-3, etc.

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