Es digno de observación, que Moisés sigue el informe de lo que los espías habían dicho, acerca de los Anakim, cuando subieron a la tierra prometida: pero con puntos de vista muy diferentes. Lo hicieron por miedo y para desanimar a la gente. Moisés lo hizo por fe y para animar a Israel. Grande, poderoso y formidable, por más que pudieran ser los enemigos de Israel, el SEÑOR de los ejércitos era más poderoso. Y cuanto más poderosos eran sus enemigos, más evidente sería su victoria, en prueba de que el SEÑOR era su DIOS.

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