(10) En el séptimo día, cuando el corazón del rey estaba alegre con el vino, mandó a Mehuman, Biztha, Harbona, Bigtha y Abagtha, Zetar y Carcas, los siete chambelanes que servían en presencia de Asuero el rey, (11) Para llevar a la reina Vasti ante el rey con la corona real, para mostrar al pueblo y a los príncipes su hermosura, porque era hermosa de ver. (12) Pero la reina Vasti se negó a acudir a la orden del rey por parte de sus chambelanes; por tanto, el rey se enojó mucho, y su ira ardió en él.

(13) Entonces el rey dijo a los sabios, que conocían los tiempos, (porque así era el trato del rey con todos los que conocían la ley y el juicio: (14) Y el próximo a él era Carshena, Shethar, Admatha, Tarsis, Meres , Marsena y Memucan, los siete príncipes de Persia y Media, que vieron el rostro del rey, y que se sentaron como el primero en el reino;) (15) ¿Qué haremos con la reina Vasti según la ley, porque no ha cumplido ¿El mandamiento del rey Asuero por parte de los chambelanes? (16) Y Memucán respondió delante del rey y de los príncipes: La reina Vasti no ha hecho mal solo al rey, sino también a todos los príncipes y a todo el pueblo que está en todas las provincias del rey Asuero.

(17) Porque esta hazaña de la reina se difundirá a todas las mujeres, de modo que despreciarán a sus maridos ante sus ojos, cuando se informe: El rey Asuero ordenó que trajeran a la reina Vasti ante él, pero ella vino no. (18) Asimismo, las damas de Persia y Media dirán hoy a todos los príncipes del rey que han oído hablar de la hazaña de la reina. Así surgirá demasiado desprecio e ira.

(19) Si al rey le place, que se le dé un mandamiento real, y que se escriba en las leyes de los persas y de los medos, que no se altere, que Vasti no volverá más ante el rey Asuero; y que el rey dé su propiedad real a otro mejor que ella. (20) Y cuando se publique el decreto del rey que él hará en todo su imperio (porque es grande), todas las mujeres darán honra a sus maridos, tanto a grandes como a pequeños.

(21) Y agradó la palabra al rey ya los príncipes; e hizo el rey conforme a la palabra de Memucán: (22) Porque envió cartas a todas las provincias del rey, a cada provincia según su redacción, y a cada pueblo según su lengua, para que cada uno gobernara en su propio casa, y que se publique de acuerdo con el idioma de cada pueblo.

Tenemos aquí la relación de los tristes efectos del banquete y la borrachera, que en su mayor parte terminan en riñas y contiendas, ya veces incluso en derramamiento de sangre y asesinato. ¡Lector! Recuerda en tu propio conocimiento si no puedes recordar los males resultantes de la intemperancia. De hecho, no puede producir ningún bien. Mimar nuestros apetitos corruptos y alimentar más de lo que la naturaleza requiere para sustento es siempre pernicioso.

Aquí tenemos la historia antigua de un divorcio entre Asuero y su reina. Y en tiempos más modernos qué horribles consecuencias han sobrevenido en los organismos públicos y en la vida privada por el exceso de sensualidad. ¡Lector! De él depende la felicidad del hombre, incluso en relación con esta vida solamente, debe consistir en crucificar la carne con sus afectos y concupiscencias.

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