REFLEXIONES

Si anticipamos la historia de este evento memorable, como lo ha dado el escritor sagrado en los capítulos subsiguientes, no solo obtendremos una lección más bendita, cómo esperar el tiempo del SEÑOR en todas las pruebas para la liberación; pero también aprenderemos cómo poseer nuestras almas con paciencia durante la hora oscura. Nunca, tal vez, hubo un golpe más mortal dirigido por un desgraciado, que este Agagite dirigido a los pobres judíos.

Y la secuela nos muestra que recayó completamente sobre él. ¡Lector! Depende de ello, tales serán todas las estratagemas y planes de Satanás, en sus diversos ataques contra JESÚS y su Iglesia. No basta con decir que sus designios no harán daño; debemos decir más que esto y estar convencidos de que todos harán el bien. Porque todas las cosas les ayudan a bien a los que aman a DIOS. ¿Satanás planea la destrucción de mi alma? ¿Quiere meterme en su trampa? ¿Quiere tenerme para zarandearme como a trigo? ¿Conozco estas cosas? ¿Siento, a veces, su poder? ¿Se une a mis corrupciones para derribarme? ¿Y el sentir esto me hace clamar al SEÑOR? ¿Me hace volar fuera de mí mismo y refugiarme en JESÚS? Seguramente, entonces, el SEÑOR anula incluso las maquinaciones del enemigo para el bienestar de mi alma.

Y debo regocijarme, como el ESPÍRITU SANTO, por su siervo Santiago, ordenó a la iglesia, cuando caiga en diversas tentaciones. Aquí, entonces, bendito JESÚS, que mi alma descanse siempre en ti, y en tu obra consumada de salvación, cuando en cualquier momento ocurran eventos poco prometedores y pruebas desalentadoras. ¡Oh! por gracia, en todo tiempo, para ejercer fe en esa dulce promesa: Tú guardarás en perfecta paz a aquel cuyo pensamiento está en ti, porque en ti confía.

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