Tenemos aquí otro sermón del Profeta; que aunque breve es solemne y llena de significado. Toda la nación de Israel está bajo corrección divina. La porción ya llevada a Babilonia, y las que quedaron en Jerusalén, fueron todas igualmente llevadas bajo la vara. En tales temporadas, el miedo, la tristeza y la angustia mental son los sentimientos adecuados y adecuados del corazón. Ezequiel debe dar el ejemplo.

Porque es sumamente apropiado que los profetas del Señor sean los primeros en tener un sentido vivo de los juicios divinos, y que hablen de ellos al pueblo. Es bueno tanto en la alegría como en la tristeza que tomen la iniciativa. Le ruego al lector que no pase por alto el gran designio de todos, en los castigos del Señor a su pueblo, con el cual termina este sermón, como el anterior, es decir, que conozcan que Jehová es el Señor. ¡Es un cierre bendito para cada ordenación y para cada evento, cuando esto se induce!

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