Aquí el Señor saca el caso de un alma recuperada por gracia de la trampa del diablo, y el Señor se complace en ese recobro, y es muy bendecido. ¡Señor! Yo diría: ¡concede que esta obra salvadora de Tu todopoderoso amor se lleve a cabo diariamente en la Iglesia!

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad