Y dijo Dios a Abraham: No te parezca grave a causa del muchacho y de tu sierva; en todo lo que Sara te ha dicho, escucha su voz; porque en Isaac será llamada tu descendencia. Y también del hijo de la sierva haré una nación, porque es tu simiente.

¡Observa cuán misericordioso es el Señor! Cuán segura es esa promesa: Deuteronomio 28:2 .

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