Son expresiones sencillas, pero muy amables. El pueblo del Señor puede ser, de hecho, el pueblo del Señor será humillado y sometido a providencias humillantes; pero Jesús les pesa en medida todo lo que les es necesario, y nada más. Y en cuanto a sus opresores, Jesús los ve a todos, y los conoce a todos, y lleva cuenta de toda su malicia. Y ay de ellos cuando Dios se levante para castigar. Salmo 12:5 .

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