REFLEXIONES

¡Mi alma! Llama a este Capítulo para tu meditación lo que los pecadores de Jerusalén pusieron tan poco en el corazón; Por la bienaventuranza de ese Pacto, el Señor le ordenó a su siervo el Profeta que predicara en sus calles. ¿Qué puede ser más dulce o bondadoso que el que está en el fondo de toda misericordia, y que el mismo Jehová hace así? Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. ¡Oh! Señor, en medio de todas mis partidas y descarríos hacia este fundamento, y en Cristo confirmado y dado a conocer, ¡que mire y me consuele! ¡Dios mío me escuchará!

¡Oh! vosotros que, como los hombres de Judá, habéis puesto muchos ídolos en vuestro corazón; Deje que sus puntos de vista sean dirigidos aquí, y busque en las promesas del pacto de gracia de Dios en Cristo, la liberación de todos sus ídolos. Dios en Cristo es misericordioso. Será muy misericordioso a tu clamor en Jesús, y cuando lo escuche, te responderá. ¡Oh! por gracia para asir el Pacto de redención en su sangre!

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