(1) В¶ ¿Sabes el tiempo en que parirán las cabras monteses de la peña? ¿O puedes notar cuándo parirán las ciervas? (2) ¿Puedes contar los meses que cumplen? ¿O sabes el tiempo en que darán a luz? (3) Se inclinan, dan a luz a sus crías, echan fuera sus dolores. (4) Sus crías son de buen agrado, crecen con maíz; salen y no vuelven a ellos.

Bajo la representación de la providencia supervisora ​​de DIOS sobre las cabras montesas de la peña y las ciervas en sus partos, que a todos les va bien, sin la ayuda del hombre, o la falta de él, el SEÑOR da a entender cuán seguro puede encontrarse su pueblo, que se entregan a su gracia y amor. Y sí concibo que esta porción de la Escritura podría, bajo la enseñanza de la gracia de Dios, ser útil para consolar a cada hija de Eva, cuando cumpla los meses de su embarazo y cuando pase por la hora extrema de la naturaleza.

El Apóstol tenía la misión de decirle a la Iglesia que, aunque la mujer estaba en la transgresión, por la cual cayó bajo la justa sentencia de DIOS, que con dolor debía dar a luz hijos, pero debería ser salva en la maternidad. ; es decir, yo aprendo, en el parto del SEÑOR JESÚS, la simiente prometida de la mujer, si su fe en él la fortaleció en el SEÑOR, y en el poder de su fuerza. Génesis 3:16; 1 Timoteo 2:14 .

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