Me quedo sin hacer comentarios sobre los límites de esas tribus, porque en la hora actual es imposible marcar con precisión la extensión de cada una; tiempo haciendo estragos tanto en lugares como en nombres. Pero le ruego al lector que no olvide que en estos terrenos se encontraba el conocido lugar de Arimatea y el famoso pozo de Sicar, que abre un tema tan interesante en los anales del evangelio. Y más especialmente el lugar retirado de nuestro querido Redentor, Juan 11:54 .

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