Por poco interesante que este relato de nombres pueda parecerle al lector, pero considerado espiritualmente, que no sirva para enseñar la felicidad de aquellos cuyos nombres están escritos en el libro de la vida. ¡Lector! confía en ello, el Señor conoce a los que son suyos. Y si el Señor le dijera a Moisés: Te conozco por tu nombre, y has hallado gracia ante mis ojos; que nadie dude de que su pueblo está en la misma cuenta.

Consulte estas dulces escrituras, Lucas 10:20 ; Filipenses 4:3 ; Apocalipsis 21:27 ; Apocalipsis 21:27 .

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