Porque Jehová conoce el camino de los justos, Mas el camino de los impíos perecerá.

El Señor conoce a los que son suyos, dice un apóstol. Y como Jesús es el camino, la verdad y la vida; así, en Jesús, el Señor aprueba todos los que están en él; y no sólo los aprueba y acepta en Jesús, sino que mientras el camino de los seductores va de mal en peor, el camino de todo pobre creyente justificado en el Señor Jesús es conocido y aprobado por él, y todos los tales son aceptados en el amado. 2 Timoteo 2:19

REFLEXIONES

LECTOR, mientras leemos este precioso Salmo, al principio del libro, miremos, estudiemos y meditemos en él, como tema introductorio acerca del Señor Jesús, sobre lo que encontraremos acerca de él. y su obra, a través de todo el contenido sagrado de los Salmos, tal como Jesús está representado en ellos. En esa parte que habla tan bellamente de la perfección de nuestra naturaleza, no perdamos nunca de vista a Cristo.

Y mientras lo miramos así en esta santidad de carácter, sea nuestro deleite y nuestro gozo decirle a Dios nuestro Padre, qué perfección de belleza, gloria y santidad había en Él, que es nuestra divina cabeza. ¡Sí, querido Redentor! Quisiera leer de ti y de tu santidad de tal manera que mi alma entera se regocije en la contemplación. ¿No sé que tu justicia es para tu pueblo? tu obediencia y deleite en la ley del Padre, se convierte en la justificación de todos tus redimidos.

Y en tu santidad, todo tu pueblo es tenido por santo ante Dios, porque nuestro Dios y Padre te tiene ojo como nuestra gloriosa cabeza, y ve a tus santos completos en ti. ¡Salve, pues, Santo de Dios! ¡Tú eres el Señor, justicia nuestra! Y tú eres hecho por Dios para nosotros sabiduría, justicia, santificación y redención. Y tú, bendito Señor, concédenos fe para saber y considerarnos perfectamente seguros en ti.

Danos a florecer en ti y de ti, como el árbol plantado cerca de la orilla del río. incluso de las corrientes de ese río de vida que sale del trono de Dios y del Cordero. Entonces, cuando los infieles y los incrédulos mueran como el páramo del desierto, que no sabe cuándo vendrá el bien, nuestras almas serán como el huerto bien regado, cuyas aguas nunca faltan, pero derivando todo de ti, estarás en nosotros un pozo de agua que brota para vida eterna.

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