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Aquí tenemos un cántico de alabanza, tanto por las misericordias públicas de Dios hacia su iglesia, como por las manifestaciones privadas de la misma hacia cada individuo de ella.

Para el músico principal, A

Canción 1-8

Desde todos los puntos de vista, el empleo aquí prescrito es de interés universal. Todas las tierras, todas las naciones, todos los reinos, toda la tierra, cada individuo, pueden y deben ser objeto de alabanza. Pero cuando una nación, un pueblo o un individuo; puede cantar el cántico de la redención, Jesús me amó, Jesús me salvó, Jesús se entregó por mí; qué notas altas de alabanza hinchan entonces la canción. Lector, ¿puedes unirte a este coro? ¿Puedes cantar ahora el cántico de Moisés y el Cordero? ¿Esperas cantar dentro de poco tiempo esa canción entre los glorificados arriba, que nadie podría aprender sino los ciento cuarenta y cuatro mil redimidos de la tierra? Apocalipsis 14:3 .

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