• 1 Corintios 7:10

    Pero a los que se han casado mando, no yo, sino el Señor: que la esposa no se separe de su esposo

  • 1 Corintios 7:11

    (pero si ella se separa, que quede sin casarse o que se reconcilie con su esposo), y que el esposo no abandone a su esposa.

  • 1 Corintios 7:12

    A los demás digo yo, no el Señor: que si algún hermano tiene esposa no creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone.

  • 1 Corintios 7:13

    Y si alguna esposa tiene esposo no creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone.

  • 1 Corintios 7:14

    Porque el esposo no creyente es santificado en la esposa, y la esposa no creyente en el creyente. De otra manera sus hijos serían impuros, pero ahora son santos.

  • 1 Corintios 7:15

    Pero si el no creyente se separa, que se separe. En tal caso, el hermano o la hermana no han sido puestos bajo servidumbre, pues Dios los ha llamado a vivir en paz.

  • 1 Corintios 7:16

    Porque, ¿cómo sabes, oh esposa, si quizás harás salvo a tu esposo? ¿O cómo sabes, oh esposo, si quizás harás salva a tu esposa?

  • 1 Corintios 7:17

    Solamente que viva cada uno como el Señor le asignó, y tal como era cuando Dios lo llamó; así ordeno en todas las iglesias.

  • 1 Corintios 7:18

    ¿Fue llamado alguien ya circuncidado? No disimule su circuncisión. ¿Ha sido llamado alguien incircunciso? No se circuncide.

  • 1 Corintios 7:19

    La circuncisión no es nada, y la incircuncisión no es nada; más bien, lo que vale es guardar los mandamientos de Dios.

  • 1 Corintios 7:20

    Cada uno permanezca en la condición en que fue llamado.

  • 1 Corintios 7:21

    ¿Fuiste llamado siendo esclavo? No te preocupes; pero si puedes hacerte libre, por supuesto procúralo.

  • 1 Corintios 7:22

    Porque el que en el Señor es llamado siendo esclavo, es hombre libre del Señor. De igual manera, también el que es llamado siendo libre, es esclavo del Señor.

  • 1 Corintios 7:23

    Por precio fueron comprados; no se hagan esclavos de los hombres.

  • 1 Corintios 7:24

    Hermanos, que cada uno se quede para con Dios en la condición en que fue llamado.

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