• 1 Tesalonicenses 2:5

    Porque, como saben, nunca usamos palabras lisonjeras ni tampoco palabras como pretexto para la avaricia; Dios es testigo.

  • 1 Tesalonicenses 2:6

    Tampoco buscamos gloria de parte de los hombres, ni de ustedes ni de otros; aunque podríamos haberles sido carga como apóstoles de Cristo.

Continúa después de la publicidad