• 2 Crónicas 8:7

    A todo el pueblo que había quedado de los heteos, amorreos, ferezeos, heveos y jebuseos (que no eran de Israel,

  • 2 Crónicas 8:8

    sino sus descendientes que habían quedado después de ellos en la tierra, a quienes los hijos de Israel no destruyeron), Salomón los sometió a tributo laboral, hasta el día de hoy.

  • 2 Crónicas 8:9

    Pero a ninguno de los hijos de Israel sometió a servidumbre para sus obras; porque ellos eran hombres de guerra, jefes de sus comandantes, jefes de sus carros y sus jinetes.

  • 2 Crónicas 8:10

    Estos jefes de los oficiales que tenía el rey Salomón eran doscientos cincuenta, los cuales mandaban sobre aquella gente.

  • 2 Crónicas 8:11

    Salomón también trasladó a la hija del faraón de la Ciudad de David a la casa que le había edificado, porque dijo: “Ninguna mujer mía ha de vivir en la casa de David, rey de Israel, pues aquellas habitaciones donde ha entrado el arca del SEÑOR son sagradas”.

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