• 2 Reyes 23:15

    También destruyó el altar que había en Betel y el lugar alto que había hecho Jeroboam hijo de Nabat, quien hizo pecar a Israel; destruyó ese altar y el lugar alto. Quemó el lugar alto y lo convirtió en polvo, y quemó el árbol ritual de Asera.

  • 2 Reyes 23:16

    Y al volverse Josías, vio los sepulcros que estaban allí en el monte. Entonces mandó sacar los huesos de los sepulcros y los quemó sobre el altar para profanarlo, conforme a la palabra del SEÑOR que había proclamado el hombre de Dios que había anunciado estas cosas.

  • 2 Reyes 23:17

    Después preguntó: — ¿Qué es aquel monumento que veo? Y los hombres de la ciudad le respondieron: — Es el sepulcro del hombre de Dios que vino de Judá y anunció estas cosas que tú has hecho contra el altar de Betel.

  • 2 Reyes 23:18

    Entonces dijo: — Déjenlo. Nadie mueva sus restos. Así respetaron sus restos y los restos del profeta que vino de Samaria.

  • 2 Reyes 23:19

    Josías también quitó todos los santuarios de los lugares altos que estaban en las ciudades de Samaria, que habían hecho los reyes de Israel, provocando a ira al SEÑOR. Hizo con ellos conforme a todo lo que había hecho en Betel.

  • 2 Reyes 23:20

    Además, mató sobre los altares a todos los sacerdotes de los lugares altos que estaban allí, y sobre ellos quemó huesos humanos. Después regresó a Jerusalén.

  • 2 Reyes 23:21

    Entonces el rey mandó a todo el pueblo, diciendo: — Celebren la Pascua al SEÑOR su Dios, conforme a lo que está escrito en este libro del pacto.

  • 2 Reyes 23:22

    En verdad, no había sido celebrada una Pascua como esta desde el tiempo de los jueces que gobernaron a Israel ni en todo el tiempo de los reyes de Israel y de los reyes de Judá.

  • 2 Reyes 23:23

    Esta Pascua al SEÑOR fue celebrada en Jerusalén en el año dieciocho del rey Josías.

  • 2 Reyes 23:24

    Asimismo, Josías eliminó a los que evocaban a los muertos y a los espiritistas, los ídolos domésticos, los ídolos repugnantes y todos los ídolos detestables que se veían en la tierra de Judá y en Jerusalén, para cumplir las palabras de la ley que estaban escritas en el libro que el sacerdote Hilquías había hallado en la casa del SEÑOR.

  • 2 Reyes 23:25

    No hubo un rey antes de él que se volviera como él al SEÑOR con todo su corazón, con toda su alma y con todas sus fuerzas, conforme a toda la ley de Moisés; ni tampoco se levantó otro igual después de él.

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